El plan de Marta comenzó a tomar forma, y Santiago empezó a recibir amenazas y acosos. Se sintió aterrorizado y no sabía qué hacer. Intentó buscar ayuda en la policía, pero no podían hacer nada porque no había pruebas. Santiago comenzó a sospechar que Fina estaba detrás de las amenazas. Fue a verla y la interrogó, pero Fina negó todas las acusaciones. Santiago no le creyó, y la relación entre ellos se volvió más tensa que nunca. Marta continuó con su plan. Un día, Santiago fue atacado por el matón que ella había contratado. Fue golpeado y gravemente herido. Santiago fue llevado al hospital, pero no podía decir nada sobre el atacante.