A la mañana siguiente, Joaquín colocó la carta y el álbum en la mesa del desayuno, junto con un boleto de avión a Córdoba, la ciudad a la que Gema siempre había soñado ir. Cuando Gema despertó y vio estas cosas, se sentó en silencio a leer la carta. Las palabras sinceras de Joaquín tocaron su corazón. Gema entendió que él realmente se arrepentía y quería arreglar las cosas. Ella no dijo nada, solo asintió en silencio. El viaje a Córdoba se convirtió en una oportunidad para que ambos superaran las dificultades juntos, para empezar de nuevo.