Miran está completamente destrozado tras descubrir la verdad sobre su origen. Enfrentado con la impactante revelación de que Hazar es su verdadero padre, su mundo se desmorona. Furioso, rechaza la idea y se niega a creer en lo que le dicen. Con el corazón lleno de rabia y dolor, acusa a todos de haber jugado con su vida y con la memoria de sus padres.
Azize intenta convencerlo con cartas que demuestran el amor secreto entre su madre y Hazar, pero Miran se resiste. Para él, nada puede cambiar la historia que ha creído durante toda su vida. No puede aceptar que todo lo que le han inculcado sobre su linaje sea una mentira. Su abuela Esma intenta intervenir, pero Miran está demasiado herido para escuchar razones.
En medio de la confusión, Miran se siente traicionado por todos y se aleja de los que alguna vez consideró su familia. Con lágrimas en los ojos y la voz llena de desesperación, le exige a todos que se marchen. Ni siquiera puede soportar la presencia de Hazar, a quien se niega a llamar “padre”. Para él, su verdadero linaje sigue siendo Aslanbey, y no permitirá que nadie destruya lo que ha creído toda su vida.
Cuando Reyyan intenta acercarse a él para consolarlo, Miran decide tomar distancia. Su mundo ha cambiado de la manera más dolorosa posible, y ahora solo tiene un objetivo: demostrar quién es realmente. Con el corazón lleno de rencor, deja claro que jamás aceptará a Hazar como su padre y se marcha sin mirar atrás, dejando una profunda herida en todos los que lo aman.