La segunda trama importante es la que involucra a Luisa y Tomás, con la sombra de Alejo siempre presente. Poco a poco, se van desvelando más detalles de la relación pasada entre Luisa y Tomás, y de los peligros que acechan a la joven ahora que él ha reaparecido en su vida. Tomás, aunque mantiene un aura de aparente afecto hacia Luisa, no duda en manipularla y chantajearla. Primero le exige limpiar su reputación, dañada por las habladurías que la propia Luisa contribuyó a propagar. Luego le impone otra condición: que interceda para que Alejo cambie su actitud hacia él. Estas exigencias están respaldadas por una amenaza velada pero contundente: si ella no coopera, Tomás revelará que ambos fueron socios en los robos del pasado. Esta confesión no solo pondría a Luisa en entredicho, sino que también arruinaría la imagen que ella intenta desesperadamente mantener ante los demás.
El avance también nos muestra un nuevo capítulo en esta complicada trama: Luisa y Alejo tendrán una fuerte discusión, una de las más intensas hasta el momento. Influenciada por Tomás, Luisa acusa a Alejo de ser un niño consentido, un reproche que evidencia la fractura que Tomás ha provocado en su relación. Mientras tanto, Tomás da un paso más en su estrategia: de la mano de don Atanasio logra acceder a la casa grande y allí descubre algo de gran valor que despierta de nuevo sus instintos criminales. Su verdadero objetivo queda claro: no solo quiere vengarse o intimidar a Luisa, sino arrastrarla de nuevo al mundo delictivo que compartieron, forzándola a reincidir en el robo de la valija que ha puesto en su mira. La insistencia de Tomás, teñida de nostalgia y peligro, amenaza con destruir los esfuerzos de Luisa por rehacer su vida.
La tercera trama es quizá la más densa y peligrosa, la que involucra a Úrsula, Rafael, Adriana, la confesión de Ana y la sombra de Julio. Ana finalmente ha terminado de confesar todo lo que sabía, revelando así el peso que llevaba en silencio. Rafael, lejos de reaccionar con ira, se muestra comprensivo y la apoya, asegurándole que no habrá represalias contra ella. Este gesto refuerza la imagen de Rafael como un hombre justo, aunque no exento de contradicciones. Sin embargo, su siguiente paso es determinante: lleva la información directamente a Adriana, y juntos deciden poner fin al peligro que representa Úrsula. Rafael acude a la Santa Hermandad para denunciarla, solicitando que sea arrestada y enviada a prisión. Este movimiento deja claro que el círculo de Úrsula se va cerrando, y que el final de su influencia y poder puede estar más cerca de lo que nunca había imaginado.
El avance del próximo capítulo nos adentra en nuevas tensiones. El Duque conversa con Victoria y le ordena que controle a Bárbara, exigiéndole que acepte su lugar sin oponerse al matrimonio entre Irene y Leonardo. Pero no se queda ahí: también le pide que apague las tensiones con la casa pequeña y que convenza a Irene para que finalmente acepte la boda. Victoria asume estas órdenes con una sorprendente calma, aunque no oculta su disgusto cuando el Duque la acusa de ser la causante de los problemas con la casa pequeña. Ese pequeño momento de tensión anticipa que Victoria, aunque sumisa en apariencia, podría acumular un rencor peligroso.
Victoria, además, encarga a Isabel que investigue por qué Matilde y Martín fueron vistos paseando juntos. Isabel, con su carácter indiscreto, pronto descubrirá la verdad: Matilde y Martín son hermanos. Este descubrimiento amenaza con convertirse en una bomba para la relación entre Peppa y Martín, y con desatar la furia de Victoria, quien nunca olvidó la ocasión en que Matilde casi la agredió físicamente. En aquel entonces, Victoria advirtió que llegaría el momento de ajustar cuentas, y todo indica que ese momento ha llegado.
Mientras tanto, en la otra cara del drama, Bárbara sigue mostrándose vulnerable, llorando sin cesar ante todos los que la rodean. Su encuentro con Adriana, sin embargo, marca un punto de inflexión. Adriana le promete ayuda, y de inmediato toma una decisión que podría cambiar el equilibrio de poder: reconsidera su pacto con el Duque sobre las tierras y la deuda pendiente. Primero comparte su determinación con Rafael y luego se lo comunica directamente al Duque. Su expresión deja claro que algo importante está en juego, y el Duque, astuto como siempre, percibe que esa decisión no juega a su favor. Por primera vez, comienza a sospechar que Adriana podría estar moviendo piezas en su contra.
El episodio concluye en ese instante de máxima tensión, dejando a los espectadores con la incertidumbre de qué ocurrirá cuando Adriana despliegue por completo sus planes. El Duque, acostumbrado a tener el control absoluto, se enfrenta ahora a la posibilidad de que una de sus aliadas más cercanas se haya convertido en su mayor amenaza. Y lo peor es que apenas empieza a darse cuenta.
Así, el capítulo 267 de Valle Salvaje se perfila como un punto de quiebre, donde las lágrimas de Bárbara, las ambiciones de Tomás y la determinación de Adriana marcan un nuevo rumbo. El Duque, aunque aún poderoso, empieza a ver cómo la red que ha tejido durante tanto tiempo comienza a resquebrajarse, y la sospecha de que lo peor está por llegar lo deja en una posición más vulnerable que nunca.