Hola a todos. Hoy estamos aquí con un nuevo vídeo de adelantos de La Promesa para el lunes 15 de septiembre al viernes 19 de septiembre de 2025

La semana que se avecina en La Promesa estará cargada de tensión, emociones intensas y decisiones que podrían alterar de manera definitiva el rumbo de muchos personajes. Desde el lunes 15 hasta el viernes 19 de septiembre de 2025, la trama se sumergirá en un laberinto de conflictos personales y familiares donde cada acción tiene un precio y cada silencio se convierte en una apuesta arriesgada.

Alonso se encuentra atrapado en una red de incertidumbre que amenaza con desmoronar la frágil estabilidad de la familia Luján. Sus intentos por suavizar los roces con la nobleza fracasan una y otra vez, evaporándose antes siquiera de materializarse. La impotencia lo consume, y en más de una ocasión contempla la posibilidad de acudir al varón de Valladares con la esperanza de apaciguar la tormenta. Sin embargo, en lo más íntimo de su ser sospecha que esa decisión no haría más que encender la chispa de la enemistad. Leocadia, siempre atenta, le advierte con firmeza que ese movimiento sería peligroso. Para ella, retar al varón es como abrir una puerta a la desgracia. Le aconseja esperar, contener los impulsos y confiar en que el escándalo no llegue a oídos de la corte, donde la exposición pública podría significar un desastre para todos.

Mientras Alonso lucha con su dilema, Lorenzo presiona sin descanso a Leocadia. La empuja a dar su consentimiento al matrimonio de Ángela, cerrando cada vez más el cerco alrededor de ella. Incapaz de ceder, la señora recurre a Cristóbal, revelándole finalmente la verdad que la atormenta. Al principio, el mayordomo no logra comprender la magnitud de la situación, pero pronto capta que está frente a un desafío monumental. La gran incógnita es si Cristóbal tendrá la astucia y la fuerza para encontrar una salida y salvar el destino de su hija.

En otro frente, Pía se debate entre sus responsabilidades en el palacio y su papel como madre de Dieguito. Ha logrado un equilibrio delicado, pero pronto descubre que lo que parecía una solución sencilla trae consigo complicaciones ocultas. La vida le recuerda que incluso las decisiones más pequeñas generan repercusiones profundas, especialmente sobre aquellos que más se ama.

Por su parte, Teresa se muestra preocupada por la transformación de Vera. La joven ya no es la misma; ahora parece escuchar solo a su hermano Federico. Lope, impulsado por el amor que aún siente, intenta recuperar el vínculo perdido, aunque eso implique arriesgarse sin medir las consecuencias. Pero Vera se mantiene firme, hasta que un encuentro crucial con Federico la empuja a regresar con su padre, renunciando a su vida en La Promesa. El giro demuestra cómo los lazos familiares pueden cambiar destinos que parecían sellados.

La tensión crece cuando Manuel se enfrenta a Cristóbal, defendiendo con vehemencia a Pía y a Ricardo. Pero el nuevo mayordomo no se intimida y lo desafía abiertamente, prometiendo llevar el asunto al marqués si es necesario. Este enfrentamiento convierte el palacio en un campo de batalla silencioso, donde cada paso en falso puede resultar fatal para Pía y Ricardo.

Catalina, siempre firme, resiste las presiones a su alrededor. Sin embargo, la llegada del varón de Valladares la pone a prueba con un ultimátum demoledor: abandonar la finca. El varón busca dividir a la familia, atacando directamente la fortaleza de la joven. Catalina rechaza con valentía la orden, convencida de que la integridad pesa más que el miedo. Pero los rumores sobre las revueltas de los trabajadores comienzan a señalarla como instigadora, aumentando la presión sobre sus hombros. Frente a Martina y a quienes intentan hundirla, Catalina demuestra una fuerza implacable.

Al mismo tiempo, Ángela, cansada del encierro y preocupada por su salud, pide ver a un médico. Leocadia, aunque en principio se niega, termina aceptando, recordando que incluso los corazones más endurecidos pueden ceder cuando el bienestar de un hijo está en juego.

Cristóbal, revelando sus verdaderos resentimientos, confiesa a Ricardo que guarda rencor desde que Manuel lo obligó a intervenir en favor de Pía y de él. Este rencor se traduce en humillaciones constantes. Pía, obligada a limpiar los suelos del palacio, carga con la indignidad bajo la mirada dolida de Samuel, quien sufre en silencio al ver cómo su amiga es rebajada cruelmente. Santos, en su línea despiadada, encarga a Ricardo los trabajos más pesados, reforzando el castigo impuesto por Cristóbal.

Petra, por su parte, sufre un problema de salud que altera su carácter: la tortícolis diagnosticada por el médico la vuelve irritable y menos eficiente en el servicio. Simona y Candela, observando el mal humor de Lope, intentan comprender sus motivos, pero su insistencia termina por generar un enfrentamiento con Vera que solo empeora la situación.

Mientras tanto, la tensión entre Catalina y Leocadia se intensifica. Ambas chocan en una lucha silenciosa por el control y la autonomía. Cada gesto, cada palabra se convierte en un pulso cargado de significado, demostrando que la convivencia en La Promesa puede transformarse fácilmente en un campo de batalla emocional.

En el terreno sentimental, Lope y Vera atraviesan las secuelas de su ruptura. La frialdad y la distancia entre ambos reflejan la herida que aún no cicatriza. En paralelo, Manuel y sus colaboradores se embarcan en un nuevo proyecto empresarial, buscando reinventarse y abrir horizontes en medio de la incertidumbre.

El varón de Valladares, siempre ambicioso, da un paso más y amenaza directamente la seguridad de los Luján. Catalina, atrapada entre el miedo y la rabia, llega a plantearse abandonar la finca, una idea que rompe con su carácter pero que parece inevitable. Mientras tanto, Manuel empieza a sospechar de Enora. Su actitud evasiva despierta sospechas, y un enfrentamiento entre ambos podría destapar secretos inesperados.

Ángela, en un acto de valentía, rompe su reclusión y se enfrenta a la frialdad de Leocadia. Al mismo tiempo, Lope y Vera buscan una posible reconciliación en medio de la desconfianza y el dolor. Simona y Candela, más optimistas, celebran en secreto la cercanía entre Toño y Enora, contagiando su ilusión incluso a Samuel. Por otro lado, Curro y Ángela continúan viviendo su amor clandestino, conscientes de que cada momento compartido está lleno de riesgo.

Los días en La Promesa se desarrollan bajo un clima de incertidumbre, donde el amor, la lealtad y la traición conviven en cada rincón. Esta semana deja claro que la vida en la finca es una lucha constante entre el deseo de ser libre y las cadenas impuestas por el deber, el poder y las pasiones más oscuras.

La trama muestra, una vez más, que el amor y la esperanza, aunque frágiles, son fuerzas que desafían la adversidad. La perseverancia y el coraje de los personajes recuerdan que incluso en los escenarios más sombríos siempre existe una oportunidad para cambiar el destino.