Mientras el verano en La Promesa debería traer un aire de renovación, lo que se respira en el palacio es tensión, sospechas y amenazas inminentes. La semana del 28 de julio al 1 de agosto se despliega como una tormenta incontrolable, con secretos mortales, traiciones familiares y venganzas que ya no se pueden contener. El destino de muchos está pendiendo de un hilo, y la desgracia, como un cuervo siniestro, sobrevuela la finca con sus alas abiertas, esperando el momento de atacar.
El regreso inquietante de Cruz y el caos de la autoridad
Todo comienza con el inesperado retorno de Cruz, quien vuelve al palacio en un estado que inquieta a todos. Su sola presencia reaviva el recuerdo de tragedias pasadas y desentierra secretos que aún supuran. Pero no es solo ella quien causa estragos: el Capitán Lorenzo de la Mata, sediento de poder, decide que es momento de eliminar a Curro, acusándolo de insubordinación. En una tensa reunión con el Marqués Alonso y el nuevo mayordomo Cristóbal Ballesteros, Lorenzo exige su despido. Sin embargo, Alonso, aunque sereno, percibe un odio demasiado personal y toma una decisión inesperada: Curro se queda. El rostro desencajado de Lorenzo lo dice todo. Ha perdido, por ahora.
Un veneno oculto y una verdad que quema
Aunque ha salvado su puesto, Curro no encuentra paz. Descubre un detalle espeluznante: su hermana Yana no murió solo por el disparo de Cruz. Fue envenenada mientras agonizaba. ¿El sospechoso? Nada menos que el Capitán Lorenzo. Impulsado por esta revelación, Curro decide confiar en Pía, quien confirma con horror que el veneno hallado es real. Juntos, comienzan a formar un frente silencioso contra el verdadero asesino.
Al mismo tiempo, Ángela, hija de Leocadia, se convierte en aliada esencial. Disfrazada de sirvienta curiosa, recolecta pruebas contra Lorenzo. Un pacto de justicia se sella entre ella y Curro: no habrá venganza ciega, sino justicia verdadera.
Catalina bajo amenaza: El precio de la resistencia
En los salones nobles, otro tipo de guerra se cocina. Catalina, decidida a modernizar La Promesa, se enfrenta al despiadado Varón de Valladares, quien regresa con una lista de familias influyentes dispuestas a aplastar sus reformas. La amenaza es directa: o desmantela sus ideales en un mes, o su familia sufrirá las consecuencias.
Martina, al ver el peligro que esto representa para sus sobrinos, se enfrenta a su prima. La tensión entre ellas estalla en una confrontación desgarradora, donde la maternidad, el deber y el orgullo se contraponen. Catalina se niega a ceder, convencida de que rendirse significaría traicionar todo por lo que ha luchado. Pero, en el proceso, su familia se resquebraja.
López desterrado, Pía acorralada, Santos desenmascarado
En las cocinas, el joven Lope, que había encontrado en los fogones su pasión, recibe una orden devastadora: debe volver a su puesto de lacayo. El nuevo mayordomo no da explicaciones. Lope queda destrozado, sintiendo que todo su esfuerzo ha sido en vano. Sus compañeras, Simona y Candela, intentan protestar, pero saben que la nueva administración no tiene piedad.
Mientras tanto, Pía es sometida a una humillación constante por parte de su hijo Santos, quien la chantajea con un secreto del pasado. Finalmente, en un enfrentamiento brutal, Santos revela su verdad a Ricardo: Pía mató a su padre y huyó. La confesión es un golpe letal que deja a Ricardo atónito. Su amor por Pía se tiñe de sangre y duda.
Toño y Enora: un rayo de luz entre las sombras
En medio de tanto dolor, una historia más simple se desarrolla en los hangares: Toño, con torpeza pero honestidad, invita a Enora a un picnic. Aunque el encuentro no resulta perfecto, su gesto sincero abre una posibilidad: en medio de guerras familiares, puede florecer una ternura inesperada.
Descubrimientos explosivos y decisiones precipitadas
La investigación de Curro y Ángela alcanza un clímax cuando descubren un doble fondo con documentos comprometedores en el escritorio de Lorenzo: pruebas de tráfico de armas, nombres en clave, pagos ilegales. Es la prueba irrefutable de que el capitán no solo es un asesino, sino también un traidor de alto calibre.
Pero la furia contenida de Ángela la hace actuar precipitadamente. Tras una conversación con Pía sobre la importancia de la justicia, decide actuar sola. Roba los documentos y desaparece del palacio.
Cuando Pía se da cuenta, es demasiado tarde. Corre hacia Curro, quien comprende de inmediato: Ángela va directa al peligro. Corre tras ella, con el miedo golpeando su pecho. Lo que era un plan cuidadoso se ha convertido en una carrera contrarreloj por salvarla.
Un palacio al borde del abismo
A medida que la semana avanza, La Promesa se convierte en un hervidero de emociones. Entre secretos que explotan, venganzas que se cruzan, y amenazas que escalan, el destino de todos los habitantes del palacio se tambalea. La desgracia no es solo una posibilidad, es una certeza que se acerca a paso firme.
Y lo peor aún está por llegar.