En La Promesa, una nueva y explosiva verdad amenaza con cambiarlo todo, y esta vez el centro del huracán es nada más y nada menos que María Fernández. Mientras la tensión en el palacio alcanza niveles insoportables tras el misterioso accidente de Curro, una sombra del pasado emerge con una fuerza devastadora, arrastrando consigo un secreto que podría destruir reputaciones y poner vidas en peligro.
El día comienza cargado de presagios oscuros. Curro, aún debilitado tras su caída, comienza a sospechar que su accidente no fue un simple error. El ambiente en el palacio está tan cargado que hasta el más leve susurro parece esconder un secreto. Curro, decidido a no quedarse de brazos cruzados, exige la presencia del sargento Burdina para desentrañar la verdad detrás del intento de sabotaje que casi le cuesta la vida.
Las investigaciones avanzan como una telaraña de mentiras, sospechas y traiciones. Cada rincón del palacio guarda una pista, y cada sirviente, un posible motivo. Mientras tanto, en la cocina, Pía y Lope sienten que algo mucho más grande está en juego. Ambos sospechan de Lorenzo, pero también perciben que hay una fuerza más silenciosa y peligrosa moviendo los hilos desde las sombras.
Y ahí es cuando entra en escena María Fernández. Lo que parecía ser una inocente criada con un corazón puro, comienza a desmoronarse cuando una serie de detalles empiezan a revelar su implicación en los acontecimientos más turbios del palacio. María ha ocultado algo durante años, algo que conecta su historia personal con los Luján, y más concretamente, con Curro.
El descubrimiento de un cuchillo manchado con aceite en un rincón olvidado del establo lleva a Burdina a emitir una orden de arresto inesperada contra Jacobo Luján. Sin embargo, cuando todos piensan que el caso está resuelto, una frase de Leocadia lo cambia todo: “Hay una mujer aquí más peligrosa de lo que crees.” Y sí, esa mujer es María Fernández.
Una carta olvidada, encontrada por casualidad en la habitación de María, revela una conexión directa con el pasado oscuro del palacio: ella no es quien dice ser. Bajo su identidad se esconde la hija perdida de una mujer que juró vengarse de los Luján por una injusticia cometida hace décadas. Su presencia en La Promesa no es coincidencia: fue planificada como parte de una venganza meticulosamente diseñada.
Ahora todo toma sentido. Sus silencios, sus miradas, sus repentinas desapariciones… María no sólo sabía del sabotaje: ella lo permitió, tal vez incluso lo ordenó. ¿Pero con qué propósito? ¿Y cuán lejos está dispuesta a llegar?
El telón cae, pero la historia está lejos de terminar. El rostro angelical de María Fernández oculta un pasado tan oscuro como el destino que amenaza con cumplirse en La Promesa. ¿Será ella la mente maestra detrás de todo? ¿O es sólo una pieza más en un juego mucho más siniestro?
Prepárate, porque lo que viene… va a dejarte sin aliento.