Al descubrir que Jesús ha manipulado a Julia, Begoña se planta en el episodio 217 de “Sueños de libertad”, en el que Pedro revela a Inés que se ha enamorado de Digna y el atractivo Pelayo Olivares se fija en Marta.
En el capítulo anterior de “Sueños de libertad”, emitido el jueves 2 de enero, don Agustín presionó a Luz y Luis para que se casen; María, harta de Andrés, llamó a Víctor Zárate; Inés pilló a Pedro flirteando con Digna; Gema retó a Joaquín a despedir a Miriam como prueba de amor; y Begoña, emocionada por una redacción de Julia, accedió a ampliar la familia, ignorando que Jesús ha estado manejando a la niña a sus espaldas…
Si quieres descubrir todo lo que ocurrirá en el siguiente episodio, el último de la semana, te lo contamos en el avance exclusivo que te ofrecemos en vemosTV del capítulo 217, que se emitirá el viernes 3 de enero a las 15:45 horas en Antena 3.
Avance de lo que pasará el viernes 3 de enero en el capítulo 217 de “Sueños de libertad”
Después de que Jesús sorprendiera a todos en plena comida anunciando a bombo y platillo que iba a adoptar un niño junto a su mujer, Julia confiesa a Begoña que su “padre” le dictó lo que debía escribir en la dichosa redacción. De este modo, la enfermera se da cuenta de que su marido ha estado manejando a la niña a sus espaldas…
Entretanto, Jesús, ajeno al tremendo enfado de su esposa y tras desvelarle Damián el supuesto romance con su tía, acusa a Carpena de filtrar a los Merino que él iba detrás de las tierras. Hecho un basilisco, su socio niega rotundamente que hablara con su “amiga” Digna de ese asunto.
En las dependencias de los Merino, don Agustín presiona también a Digna para que Luis y Luz se casen. Aunque ella rechaza los argumentos retrógrados del cura, reconoce que le haría ilusión ver a su hijo pequeño llevando a la doctora al altar, por lo que promete al párroco que procurará convencer al perfumista.
En la mansión, Gema, después de exigir a Joaquín que eche a Miriam, se consuela con María. Luego, aparece Jesús y su cuñada lo pone al día sobre el drama que están viviendo la sirvienta y su primo, detallando incluso que su amiga ha retado a su esposo a despedir a la secretaria como prueba de amor.
Mientras, después de su acalorada conversación con Jesús, Pedro se presenta en casa de Digna y le ruega que sea sincera con él respecto a la compra de los terrenos rústicos. Entonces, la matriarca de los Merino desvela a Carpena que fue Patricia Lambert quien les contó que su sobrino ansiaba esas tierras.
En la alcoba, Begoña, furiosa por haber caído de nuevo en la trampa de Jesús, afea a éste que haya manipulado a Julia para tratar de forzar la continuidad de su matrimonio. Así, en el transcurso de una monumental pelea, la enfermera recula: ni renunciará a la nulidad ni habrá adopción. Y la niña, decepcionada, escucha la discusión desde el pasillo.
En la fábrica, Marta comunica a Andrés que ha logrado contactar por fin con Pelayo Olivares y lo ha citado en su despacho, pese a que ya ha firmado con Floral. La directora utiliza argumentos sólidos para intentar ganarse el favor del atractivo hotelero, que aparenta estar bastante interesado en ella…
En el invernadero, Digna bromea con Luis a raíz de la visita de don Agustín. De todos modos, no comprende por qué la doctora y su hijo son tan reacios a formalizar su noviazgo, y el perfumista replica que a veces surgen complicaciones.
Por su parte, Begoña, conocedora de que Julia ha oído su bronca con Jesús, desvela a la pequeña que ha cambiado de idea: es inútil que una pareja en la que ninguno de los dos quiere al otro adopte una criatura para dar la apariencia de familia feliz. De esta manera, parece que la niña empieza a entender que su “padre” no tiene remedio.
Y en Talavera, Inés suelta a su marido que lo pilló tonteando con Digna, suplicando la verdad por la memoria de Mateo. Eso obliga a Pedro a admitir su debilidad por la cocinera, aunque su idilio es imposible. Además, saca a relucir que la suya fue una boda por interés, dejando a su esposa rota de dolor…
A todo esto, tal y como se comprometió con Marta, Tasio acude al encuentro de Eladio, avisando al sicario de que haría cualquier cosa por proteger a los suyos. Con esas palabras, el operario cree haber alejado la amenaza que pendía sobre su medio hermana…
De su lado, Jesús, utilizando la información facilitada por María, provoca a Joaquín, animándolo a complacer a Gema echando a Miriam. Su primo, fuera de sus casillas, lo agarra de la solapa, ignorando que la secretaria se está percatando de todo…
Por la noche, Begoña se disculpa con Andrés por despreciar sus advertencias y transmite a su cuñado que ni renunciará a la nulidad ni adoptará ningún niño, pues Jesús se la ha jugado otra vez, mangoneando a Julia a su antojo. Y al irse a la cama, reflexiona: “La libertad tiene un precio, y puede que merezca la pena pagarlo…”
Si te has perdido algo, repasa los capítulos anteriores en nuestro último avance semanal de “Sueños de libertad”.
