Harta de las humillaciones y abusos del terrateniente Don Eusebio, Daniela reúne a los líderes de su comunidad para trazar un plan audaz: recuperar las tierras que por generaciones pertenecieron a sus familias. Inspirada por los relatos de lucha de sus antepasados, Daniela se convierte en el símbolo de esperanza para su pueblo. Su discurso apasionado en la plaza central enciende los corazones de los más valientes, quienes deciden unirse a su causa.
El plan consiste en organizar una ocupación pacífica de las tierras, combinada con una campaña legal para denunciar las irregularidades de Don Eusebio. Todo parece ir bien, hasta que pequeños sabotajes comienzan a ocurrir: reuniones canceladas sin aviso, documentos desaparecidos y rumores que siembran la desconfianza entre los aliados.
Daniela sospecha que hay un traidor entre ellos, y pronto sus peores temores se confirman. Durante una reunión clandestina, descubre que Raúl, uno de los miembros más cercanos a su equipo, ha estado trabajando en secreto para Don Eusebio. La traición golpea a Daniela profundamente, pero no hay tiempo para el lamento. Raúl intenta escapar con información vital sobre el plan, y Daniela se ve obligada a actuar rápidamente para detenerlo.
En una escena llena de tensión, Daniela y sus aliados enfrentan a Raúl en un viejo almacén abandonado. Las palabras se transforman en un enfrentamiento físico cuando Raúl intenta destruir los registros que podrían incriminar a Don Eusebio. Justo cuando parece que todo está perdido, un inesperado aliado aparece para ayudar a Daniela, cambiando el rumbo de los acontecimientos.
El episodio termina con un cliffhanger: Raúl, capturado pero desafiante, susurra a Daniela: “No tienes idea de lo que Don Eusebio es capaz de hacer. Esto es solo el comienzo.”
¿Podrá Daniela mantener unida a su comunidad y derrotar a Don Eusebio? Las respuestas, en el próximo capítulo.