Ferit ha estado comportándose de manera extraña, con una carga emocional que lo consume lentamente. Desde que descubrió que su padre, Orhan, le es infiel a su madre con Ifakat, la tía de Seyran, su mundo se ha venido abajo. El joven nieto de Halis Korhan ha tratado de procesar esta traición familiar, pero el peso de la verdad lo ha dejado completamente roto.
Seyran, preocupada por el comportamiento errático de su esposo, ha intentado acercarse a él en varias ocasiones. Intuía que algo grave le sucedía, pero Ferit no encontraba la manera de compartir un secreto tan doloroso. Su silencio lo hundía cada vez más.
Con la esperanza de distraerse, Ferit asistió al evento de Defne acompañado de Seyran, Suna y Abidin. Sin embargo, antes de salir, fue testigo de un momento íntimo entre Orhan e Ifakat en el despacho de su padre, lo que avivó su furia y su impotencia. En la fiesta, tras pasarse de copas, Seyran decidió confrontarlo nuevamente. Esta vez, Ferit, al borde de sus límites, se abrió por completo y confesó la verdad.
La reacción de Seyran sorprendió a Ferit: entre lágrimas, le confesó que ella ya lo sabía todo. Desde su llegada a la mansión Korhan, había descubierto la relación clandestina entre Orhan e Ifakat. En aquel entonces, su vínculo con Ferit era tan frágil que temió que él no le creyera, así que decidió callar para evitar un conflicto mayor.
El impacto de esta revelación fue devastador para Ferit. No solo estaba lidiando con la traición de su padre, sino que ahora se sentía traicionado también por su esposa. Su dolor se transformó en rabia, y comenzó a despreciarla por haberle ocultado algo tan importante. Seyran, desesperada, trató de explicarle sus razones y pedirle perdón, pero Ferit no quiso escucharla.
La relación entre ambos, ya marcada por tensiones y secretos, parece estar al borde del abismo. ¿Será este el final para Ferit y Seyran, o lograrán encontrar el camino para reconstruir su confianza?