Hola, te doy la bienvenida a los avances semanales de La Promesa
La próxima semana en La Promesa promete ser de auténtico vértigo. Prepárate porque los capítulos que llegan estarán cargados de tensión, secretos revelados y giros inesperados que dejarán a todos los espectadores sin aliento. En el centro de la tormenta se encuentra Lorenzo de la Mata, conocido como el capitán carrapata, quien dará un paso definitivo hacia la oscuridad, desencadenando un conflicto que pondrá en jaque no solo a los Luján, sino también a varios habitantes del palacio. Sí, hablamos del secuestro de Ángela, la doncella cuyo destino quedará marcado por la obsesión y el rencor de este hombre.
Desde el lunes, la tensión se instala en cada rincón del palacio. Ángela y Curro, convencidos de que su única salida es huir juntos a Suiza, comienzan a organizar su marcha en secreto. Ella se encarga de comprar los pasajes de tren, mientras él planea cómo reunir algo de dinero sin levantar sospechas. Ambos viven con la ilusión de un futuro lejos de La Promesa, pero lo que parecía un sueño compartido se convertirá en una pesadilla. Ángela desaparecerá sin dejar rastro justo antes de iniciar la huida, sumiendo a todos en la finca en la desesperación más absoluta.
El primero en sospechar será Curro. Su corazón le grita que su padre está detrás de todo, pues Lorenzo nunca ha ocultado su desprecio hacia Ángela. El capitán la acusa de haber provocado su detención anterior y la acosa con preguntas y amenazas, hasta el punto de empujarla contra las cuerdas. Sin embargo, cuando la joven se esfuma, él niega toda implicación, mostrándose tan frío e impenetrable que incluso llega a sembrar dudas entre algunos.
Cristóbal Ballesteros toma el mando de la investigación. Ordena registrar cada rincón de la finca y moviliza a todos los hombres disponibles, pero en un movimiento cruel aparta a Curro de la búsqueda. Lo considera incapaz de mantener la calma y teme que entorpezca los esfuerzos. Este gesto es devastador para el muchacho, que siente que no solo le arrebatan a la mujer que ama, sino también la posibilidad de salvarla. Entre la rabia y la impotencia, Curro desafiará abiertamente la autoridad de Cristóbal, dispuesto a arriesgarlo todo con tal de encontrarla.
Lorenzo, por su parte, aprovecha cada ocasión para recordarle a su hijo la muerte de Eugenia, manipulando sus sentimientos más profundos. El capitán carrapata sabe cómo envenenar la mente de Curro, usando el recuerdo de su hermana Hanna para mantenerlo en un estado de tormento constante. Así, el joven se enfrenta a la semana más dura de su vida: acosado por su padre, marcado por la desaparición de Ángela y empujado al borde de la desesperación. ¿Será capaz de mantener la cordura o acabará cayendo en la trampa tendida por Lorenzo?
Mientras tanto, en el ámbito de la nobleza, la familia Luján continúa su pulso con el barón de Valladares, don Bartolomé. Un hombre autoritario, machista y cruel, que desprecia abiertamente a Catalina y Martina, negándose siquiera a negociar con ellas por el simple hecho de ser mujeres. Alonso, el marqués, se ve obligado a tragarse el orgullo y visitar la casa del barón una y otra vez, casi suplicándole que acepte un acuerdo. Pero el noble no cede y la tensión alcanza niveles insoportables, hasta el punto de que Adriano y las primas sienten que son objeto de burla.
Cuando parece que todo está perdido, surge una chispa de esperanza: Adriano interviene y logra abrir una puerta inesperada en la negociación. Este movimiento cambia las reglas del juego y deja abierta la duda de si asistimos al inicio de una alianza sorprendente o al golpe definitivo que hunda aún más a los Luján. Lo cierto es que el orgullo de Catalina queda herido por los desprecios del barón, pero también más fortalecido que nunca en su determinación de resistir.
En paralelo, otra batalla se libra en los pasillos del servicio. La relación entre Pía y Ricardo Pellicer se tambalea tras el ultimátum impuesto por Cristóbal: uno de los dos debe abandonar la finca. Aunque intentan aparentar que pondrán fin a su vínculo amoroso para salvar sus empleos, el mayordomo no cree en su fingida separación. El resto de los criados, indignados, empiezan a plantear incluso una huelga en señal de apoyo a sus compañeros. La tensión alcanza tal nivel que doña Leocadia interviene, advirtiendo a Cristóbal de que subestima la fuerza de Pía, pues ella cuenta con el respeto tanto del servicio como de los nobles de la planta alta. Este pulso promete convertirse en una de las batallas más intensas dentro del palacio.
Por otro lado, Toño y Enora enfrentan su propia crisis. La joven presiona a su pareja para que cierre de una vez las heridas con Simona, su madre, y sea sincero con ella. Toño, sin embargo, se resiste, atrapado entre su orgullo y el dolor del pasado. Al mismo tiempo, Enora se convierte en el principal apoyo de Manuel, tanto en lo personal como en lo empresarial. Ella es la única que lo aconseja en el delicado asunto de vender su parte de la empresa de motores a don Pedro Farré. La gran incógnita es si Enora actúa movida por amor hacia Manuel o si existe un vínculo secreto con el propio don Pedro que aún no ha salido a la luz.
Vera, en tanto, vive una tormenta emocional con el reencuentro de su hermano Federico. Al principio la reunión es emocionante, pero pronto se convierte en una discusión dolorosa. Él no entiende cómo pudo denunciar a su padre y renunciar al apellido familiar. Vera intenta justificar su decisión, explicando que lo hizo para sobrevivir y que en La Promesa ha encontrado un nuevo hogar e incluso un amor. Sin embargo, el resentimiento de Federico y la sombra de Gonzalo de Carril, su padre, siguen separándolos. La pregunta es si Vera logrará mantener a su hermano de su lado o si él terminará traicionándola, lo que pondría a la joven en grave peligro.
Y mientras todo esto ocurre, se acerca el momento más esperado: la caída de Lorenzo de la Mata. Su obsesión lo lleva a cruzar un límite sin retorno. Para financiar sus planes y mantener el control sobre Ángela, recibirá de manos de Leocadia un sobre lleno de billetes. Este gesto marca el inicio de su perdición, pues cada paso que da lo hunde más en la trampa que él mismo ha tejido. La Guardia Civil podría intervenir, tal como ocurrió con Valentín en el secuestro de María Fernández, aunque aún no está claro cómo ni cuándo. Lo que sí parece evidente es que, en La Promesa, por muy tarde que llegue, los villanos terminan pagando sus crímenes.
La gran incógnita que nos dejan estos capítulos es doble: ¿lograrán rescatar a Ángela antes de que sea demasiado tarde? y ¿quién será el encargado de poner fin al reinado de terror del capitán carrapata? Lo cierto es que Lorenzo ha cavado su propia tumba y el desenlace de su historia parece cada vez más cercano.
En conclusión, los episodios del 665 al 669, que se emitirán del 1 al 5 de septiembre, serán un torbellino de emociones. Tendremos desapariciones inquietantes, chantajes descarados, traiciones familiares y el inicio de la cuenta atrás para el hombre más temido del palacio. Si pensabas que ya lo habías visto todo, prepárate, porque esta semana será de auténtico infarto y no habrá respiro para nadie en La Promesa.