La Promesa lunes 1 de septiembre 2025: secretos al descubierto, traiciones ocultas y un error fatal de Curro

El próximo lunes 1 de septiembre de 2025, La Promesa nos llevará a un episodio cargado de tensión, dudas y movimientos arriesgados que afectarán tanto a los señores como al servicio. El capítulo 665 será un compendio de intrigas, sospechas y emociones contenidas donde nadie está libre de caer en la trampa de sus propios miedos o de la manipulación de sus enemigos.

Desde el inicio, los pasillos del palacio se impregnan de incertidumbre. Catalina, Martina y Jacobo se encuentran expectantes, pendientes de noticias de Adriano, quien se ha marchado acompañado del barón de Valladares a recorrer las tierras de cultivo para conocer de primera mano el esfuerzo de los jornaleros. Lo que en principio parecía una breve visita se alarga más de lo previsto y la inquietud empieza a instalarse en ellos. El silencio pesa demasiado, y la falta de información genera un clima de ansiedad. ¿Habrá ocurrido algo inesperado durante esa expedición? La sombra de un contratiempo comienza a hacerse presente, aunque en su interior todavía conservan la esperanza de que Adriano logre influir en el barón y hacerle cambiar de postura. No obstante, la actitud impredecible del noble siembra más dudas que certezas, dejando claro que no será sencillo convencerlo de nada.

Mientras tanto, lejos de toda espera, Lorenzo sigue adelante con su calculado plan para destruir a Curro. Esta vez no duda en golpear donde más duele: el recuerdo de Hann. Las últimas palabras del sirviente antes de ser arrestado han quedado grabadas a fuego en su mente, y el capitán está decidido a utilizarlas como arma para desestabilizar al muchacho. El dolor por la muerte de Hann se mezcla con la sospecha de que Curro guarda más información de la que deja ver. Lorenzo, experto en manipulación y envenenamiento psicológico, aprovecha cada momento para presionarlo, convencido de que tarde o temprano el joven cometerá un error que lo dejará expuesto.

En el servicio, la tensión no es menor. La figura de Cristóbal sigue dividiendo a los criados. Sus actitudes despóticas y sus maniobras injustas han encendido el descontento, y algunos empiezan a considerar seriamente la necesidad de unirse para frenarlo. Sin embargo, cuando parece que hay una chispa de unidad, surge nuevamente la figura de Petra, siempre dispuesta a jugar un doble papel. Con astucia, intenta sonsacar información a sus compañeros, pero su lealtad real está dirigida a Leocadia, a quien entrega cualquier detalle que pueda servirle en su lucha por consolidar el poder.

En este ambiente cargado de sospechas, Ángela experimenta un creciente temor hacia el capitán Lorenzo. Cada gesto suyo, cada palabra cargada de veneno, le confirma que es un hombre sin escrúpulos. Además, la certeza de que ha sabido eludir un consejo de guerra la convence de que sus influencias son más poderosas de lo que imaginaba. Para Ángela, su presencia se convierte en una amenaza inminente que refuerza aún más su necesidad de huir cuanto antes junto a Curro. Su sensación de peligro es constante, como si cada rincón del palacio la vigilara.

Al mismo tiempo, Manuel comienza a mirar con desconfianza a Enora. Su insistencia en que venda la empresa, aunque nadie más lo haga, despierta sospechas en el heredero. No logra comprender si sus intenciones son sinceras o si, por el contrario, ocultan un plan oculto que él todavía no alcanza a descifrar. Las dudas se instalan en su mente y cada conversación con ella se convierte en un juego de interpretaciones.

En paralelo, Leocadia vuelve a mover sus piezas con la frialdad que la caracteriza. Esta vez advierte a Cristóbal sobre Pía. Le deja claro que Petra puede ser un instrumento útil, alguien a quien manipular y controlar, pero que Pía representa otra historia. Ella goza de la simpatía del servicio y, lo más peligroso, también del respeto de los señores. Es una mujer difícil de doblegar, con principios firmes y una reputación intachable. Por eso, si el mayordomo quiere mantenerse firme en su poder, deberá ser extremadamente cuidadoso con ella, porque un paso en falso podría costarle caro.

En otro frente, Vera se arma de valor para hablar con Federico. Quiere convencerlo de que su decisión de denunciar a su padre no fue un error, sino un acto de justicia. Con firmeza, le explica que los negocios turbios de la familia ponen en riesgo no solo la reputación de todos, sino también la vida y la integridad de personas inocentes. Vera, con palabras cargadas de emoción, intenta abrirle los ojos y hacerle ver que el sacrificio era necesario. Sin embargo, Federico se muestra inamovible. No hay argumento ni sentimiento que lo haga cambiar de opinión; su convicción es tan firme que convierte la conversación en un muro difícil de derribar.

El capítulo avanza hacia su clímax cuando Curro, presionado sin descanso por Lorenzo, termina cayendo en la trampa. El capitán, con su estrategia de desgaste psicológico, logra arrancarle al muchacho una confesión dolorosa: todo lo que sabe sobre la muerte de Hann. En un intento de defenderse y esclarecer lo ocurrido, Curro expone todas sus cartas. Pero lo que él considera una liberación de la verdad se convierte en su mayor error. Al revelar su conocimiento sin medir las consecuencias, queda vulnerable, sin armas, en manos de Lorenzo, que ahora tiene lo que buscaba desde el principio: la debilidad de su enemigo.

El silencio que sigue a su confesión es casi insoportable. Curro siente el peso del error, como si hubiese firmado su propia sentencia. Lorenzo, satisfecho, guarda cada palabra como una herramienta que podrá usar en el momento oportuno. El joven, por su parte, queda atrapado en la incertidumbre de lo que vendrá, consciente de que su juramento de venganza puede convertirse en una cadena que lo ate todavía más a los planes oscuros del capitán.

Así concluye el episodio del lunes: con una familia en vilo por la ausencia de noticias de Adriano, un servicio dividido entre la resistencia y la traición, una Ángela aterrada que busca escapar antes de que sea demasiado tarde, un Manuel lleno de sospechas hacia Enora, una Pía que se convierte en objetivo de Leocadia y Cristóbal, una Vera que lucha por convencer a Federico y, sobre todo, un Curro que, al caer en la provocación de Lorenzo, ha dejado al descubierto su alma y se ha puesto en peligro.

El capítulo 665 de La Promesa promete marcar un antes y un después. Cada palabra pronunciada, cada secreto revelado y cada mirada cargada de miedo o resentimiento será el combustible de una trama que avanza hacia un horizonte oscuro. Lo único seguro es que nada será igual después de este lunes, y que los errores de hoy se convertirán en las cadenas del mañana.